Estoy pensando en su boca,
esquiva al inicio y hoy se rinde ante mi.
Como olas en un vaivén infinito
rozando la arena de la playa,
midiendo hasta donde
entregarse para no sucumbir.
Un refugio a la puesta del sol
donde se mezclan placeres
con las líneas ondulantes
de nuestros cuerpos.
donde se mezclan placeres
con las líneas ondulantes
de nuestros cuerpos.
Viajan caricias con empeño
dejando sutilmente huellas,
a ese propósito se suma la risa
acompañada de una mirada serena.
acompañada de una mirada serena.
Y en la quietud de la mañana
beso su frente mientras duerme,
me acomodo en su pecho suavemente
hasta que volvemos a ser uno con el mar.
me acomodo en su pecho suavemente
hasta que volvemos a ser uno con el mar.